Una reactivación verde para entrar en el nuevo mundo

“La pandemia ha revelado la fragilidad de nuestro mundo[1] ” dijo Antonio Guterres hace dos semanas, durante un discurso en homenaje a Nelson Mandela. Las últimas predicciones del Fondo Monetario Internacional hablan de una caída de la economía mundial de casi un 5%, una crisis que afecta, sobre todo, a los sectores más vulnerables de la sociedad. Los gobiernos y organismos internacionales, en plena crisis por la pandemia, están anunciando sólidos planes de inversiones públicas para la reactivación económica. El problema no es solamente atenuar los efectos de la desocupación. Las elecciones que se llevarán a cabo en los próximos meses serán decisivas para entender si se repetirán los errores del pasado o si se piensa a un nuevo modelo de desarrollo más resiliente, equitativo y duradero. Una reactivación verde y sostenible que también tenga en cuenta la emergencia del cambio climático y el futuro de las nuevas generaciones. Invertir en renovables para la reactivación El acceso universal a una energía asequible y no contaminante (#ODS7 de la ONU) representa una de las claves para la reactivación verde. En general, si el acceso a la electricidad es indispensable para favorecer la industrialización y el desarrollo socioeconómico, en particular, hoy son las energías limpias las más indicadas para poner en marcha la reactivación, estimulando la inversión y la ocupación. Una investigación de la Universidad de Oxford, confirma que “para el bien de la economía, la reactivación económica deberá estar atenta al ambiente”. La sostenibilidad actual es una aliada de las ganancias. En particular, el informe destaca cómo las inversiones en fuentes renovables garantizan un retorno económico a corto plazo, mayores ahorros a largo plazo y la posibilidad de crear el doble de puestos de trabajo respecto a los generados por los combustibles fósiles. Las inversiones green son extraordinarios multiplicadores de ocupación. Los fondos públicos deberán prever formas de apoyo a las comunidades locales dependientes de fuentes fósiles: por ejemplo, el Green Deal Europeo prevé un mecanismo de ayuda financiera para una Just transition, con el fin de favorecer la reconversión de las centrales y garantizar programas de capacitación y de recolocación profesional de las personas. Electricidad limpia para la salud A veces nos olvidamos que las numerosas personas contagiadas por la Covid-19 tuvieron la posibilidad de curarse y de sanar porque las estructuras sanitarias tenían energía eléctrica. Las zonas que carecen de electricidad, están más indefensas frente a esta y otras enfermedades. Pero la ONU lo dice claramente: no se trata solamente del acceso universal a la energía, sino también que sea energía limpia. Significa enfocarse tanto en las renovables, protagonistas de la transición energética en curso, como en la eficiencia energética. Dos herramientas eficaces para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, tutelando la salud de las generaciones futuras y la contaminación atmosférica que provoca daños a la salud de las personas, sobre todo en las metrópolis y en algunos países emergentes. Llevar energía limpia a muchas áreas de Asia y de África subsahariana, significa electrificar nuevos sectores, como la cocina: el uso de combustibles contaminantes, que aún hoy es muy difuso, hace que el aire que se respira en las viviendas no sea sano, con fuertes consecuencias para la salud, en particular, en las mujeres que son las que permanecen más tiempo en los hogares. Enel Green Power para el bienestar de la economía La vocación de Enel Green Power es promover, al mismo tiempo, el crecimiento económico, la tutela del clima y la salud: si el beneficio sanitario de las energías limpias se verá a largo plazo, ya estamos acompañando la realización de nuestros proyectos con programas para la salud de las comunidades donde operamos. Para ayudarlas a afrontar mejor la pandemia, donamos a hospitales y centros sanitarios de diferentes países, entre ellos España, Grecia, Guatemala y Brasil, materiales y equipamientos médicos (mascarillas, gafas protectoras, guantes desechables, jabón y gel desinfectante y antibacteriano, trajes de protección, filtros para purificar el agua, desfibriladores y electrocardiógrafos). En Sudáfrica, Colombia y Grecia donamos a las franjas más necesitadas de la población alimentos, géneros de primera necesidad y productos para la higiene personal. Pero antes de la pandemia, ya habíamos dado nuestro aporte a la salud de la población a través de diferentes proyectos: un centro de salud en Sudáfrica, la reestructuración de una clínica en Zambia, un sistema híbrido innovador para un suministro constante de electricidad a un hospital en Etiopía y una iniciativa similar en Uganda. #ODS7, ¿a qué punto hemos llegado? El objetivo del #ODS7 es llevar energía limpia y asequible a todos antes del 2030. En los últimos diez años, se ha avanzado en todo el mundo siguiendo esta dirección pero aún no es suficiente. Lo confirma un informe realizado conjuntamente entre la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Banco Mundial, la Agencia Internacional para la Energía (AIE), la Agencia Internacional para las Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés) y la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas (UNSD, por sus siglas en inglés). El número de personas sin acceso a la electricidad disminuyó de 1.200 millones en 2010 a 789 millones en 2018, pero según las previsiones en 2030 alcanzará la cifra de 620 millones en vez de cero. Mientras que el progreso relacionado con el uso de tecnologías limpias para la cocina es más lento: las personas que carecen de las mismas son casi 3.000 millones, con una reducción casi invisible entre 2010 y 2018 y se prevé que, con las políticas actuales, serán 2.300 millones en 2030. Con relación a la eficiencia energética, el objetivo para el 2030 estimaba un aumento anual de mejora en un 2,6% de intensidad energética (es decir, el consumo de energía por unidad de PBI). Hasta ahora, la marcha ha sido más lenta: para alcanzar la meta, es necesario que, a partir de ahora, el porcentaje de mejora anual sea en un 3%. Para las renovables no se ha prefijado una meta numérica pero se ha pedido “acelerar esencialmente” la difusión ya que, como señala el informe, el proceso no es como el que se habían prefijado, a pesar de que el crecimiento fue espectacular. El informe concluye diciendo que para volver a los carriles correctos, es necesario acelerar en todos los sectores y en todas las áreas geográficas. Para esto, es necesario un mayor compromiso institucional y, también, una programación energética que sea eficaz a largo plazo, mayores financiamientos públicos y privados y políticas incisivas por medio de incentivos fiscales. Sobre todo, es necesario dedicar mayor atención a las áreas rurales y a los países en vías de desarrollo, donde la consecución de los objetivos es más lejana y donde se destina una pequeña parte de los financiamientos de productos green. “Que nadie se quede atrás”: esta debe ser la estrella polar que guiará las elecciones de los próximos meses para cambiar de página y mirar hacia el futuro.

{{ currentMenugamenu.label }}

{{ currentSubMenugamenu.label }}

{{ card.title }}

{{ currentSubMenugamenu.numbers.title }}

Una reactivación verde para entrar en el nuevo mundo

Una reactivación verde para entrar en el nuevo mundo

Contenidos relacionados

{{article.title}}

{{article.title}}

{{article.title}}