Las energías renovables en Portugal: regreso al futuro

En el siglo XV, el príncipe Enrique de Portugal rechazó una vida de honores y se retiró al castillo de Sagres, frente al océano, para dedicarse a su gran objetivo: desarrollar nuevas técnicas de navegación y hacer de Portugal una potencia marítima mundial. En la actualidad, el país vuelve a mirar hacia el futuro. Es más, se propone como uno de los más ambiciosos en términos de desarrollo de las fuentes renovables y descarbonización del mix de generación eléctrico. Un pequeño país pero con grandes recursos, muy prometedor para las energías limpias y, en particular, para la eólica y la fotovoltaica, sin olvidar una significativa producción hidroeléctrica y un aporte geotérmico: la baja latitud favorece un fuerte asoleamiento y la cercanía al Atlántico lo expone a un régimen favorable de vientos. Además, en el futuro, se abren escenarios interesantes para la energía marina –especialmente la de las olas, por las cuales las playas portuguesas son famosas en el mundo–. Pasos de gigante y objetivos ambiciosos Hasta hace poco, el sistema energético de Portugal era obsoleto, basado solo en combustibles fósiles que el país tenía que importar del extranjero dada la escasez de materias primas: reducir la dependencia de la importación fue un motivo más para abrazar la transición energética y valorar los recursos naturales nacionales. Frente a esta situación, el camino recorrido hacia un sistema más ecológico se puso en marcha con decisión y ya se ven los primeros resultados: el porcentaje de las fuentes renovables con respecto al total del consumo de energía subió del 19,2% en 2004 al 28,1% en 2017. Además, en 2018 el país consiguió un resultado excepcional como pocos en el mundo: la electricidad producida por las fuentes renovables en el mes de marzo fue superior a la consumida por el país durante el mismo periodo. "Hoy en día vemos un gran interés por desarrollar e invertir en renovables en Portugal. Confluyen varios factores clave para explicar este interés. Por un lado la abundancia de recursos naturales, sobre todo para eólico y solar, y por otro lado la estabilidad regulatoria y el bajo riesgo país. En Portugal se pueden desarrollar proyectos muy buenos industrialmente, con unas condiciones de financiación y unos retornos esperados relativamente bajos, lo que está atrayendo a muchos inversores internacionales” Antonio García Gallego, responsable Business Development Portugal de EGP En la actualidad, Portugal es el segundo país después de Dinamarca en producción de energía eólica entre los miembros de la Agencia internacional de la energía (International Energy Agency – IEA), y se ha convertido, al mismo tiempo, en un exportador de energía. También desde el punto de vista tecnológico está desarrollando la excelencia nacional: es uno de los líderes mundiales en lo que se refiere a la integración entre plantas eólicas y solares, y está a la vanguardia en los proyectos experimentales para obtener energía de las olas del océano. Y sus objetivos para el futuro también son muy ambiciosos: llegar a producir el 80% de la electricidad de fuentes renovables para 2030, y eliminar por completo las emisiones de gases de efecto invernadero de la generación eléctrica para 2050. Enel Green Power y una convergencia natural Son objetivos que parecen coincidir con los de nuestro Grupo: una sintonía que necesariamente debía llevar a un encuentro, sobretodo porque la vecina España es uno de los países más importantes para Enel y Endesa, activa en Portugal desde 1993, donde es el segundo mayor proveedor del mercado liberalizado. Una etapa fundamental de esta trayectoria de acercamiento ha sido el segundo concurso de licitación para las energías renovables que este verano ha convocado el gobierno portugués: nuestro Grupo, a través de la filial Endesa Generación Portugal, se ha adjudicado 99 MW de capacidad de una central solar con acumulación de energía que se realizará en Algarve, al extremo sur del país. Este parque solar, que Enel Green Power desarrollará, realizará y gestionará, entrará en funcionamiento en 2024 y Enel tendrá derecho a conectarlo a la red nacional, basado en un contrato de 15 años con el Sistema Eléctrico Nacional de Portugal (SEN). Pero, sobre todo, será la primera planta renovable integrada con un sistema de acumulación de energía del Enel Group en la península ibérica: un dato sumamente importante, considerando el papel cada vez más significativo que el almacenamiento desempeña para la flexibilidad de la red eléctrica y, en particular, para permitir la plena integración de las fuentes renovables. “Este proyecto va a ser innovador, no solo por el modelo de negocio, nuevo para nosotros en la Península Ibérica, sino también por las tecnologías que va a utilizar. De hecho, la tecnología que usaremos todavía no existe hoy en día. Junto a los principales fabricantes mundiales con los que trabajamos, por ahora hemos imaginado cómo será esa tecnología futura”. Antonio García Gallego, responsable Business Development Portugal de EGP Por tanto, el nuevo proyecto constituye un paso importante dentro de una presencia ya consolidada, y nuestra estrategia apunta a que muchas otras empresas sigan este ejemplo. Como una vez lo hizo el príncipe Enrique, hoy nosotros también miramos hacia el futuro para la prosperidad del país.

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