Pontecosi es un pequeñísimo punto en el mapa de Garfagnana, una zona de la región Toscana en Italia, rica en historia y atracciones naturales. El pueblito es frecuentado sobre todo por excursionistas y apasionados de mountain bike, quienes aman explorar sus cerros cubiertos por bosques de castaños. Este lugar, también es apreciado por familias y pescadores que concurren aquí para relajarse a orillas del lago artificial, un embalse construido en 1924 para cerrar el curso del río Serchio y producir energía eléctrica. Pocas personas conocen este sitio tranquilo, sin embargo, gracias al proyecto puesto en marcha recientemente por Enel Green Power, hoy llama la atención de todos los expertos de energía hidroeléctrica del mundo. Un experimento único De hecho, EGP está probando en Pontecosi, un sistema innovador para remover constantemente y en concentraciones controladas los sedimentos que se acumulan en el embalse. Se trata de una pequeña embarcación eléctrica, de 5 metros de largo por 2 de ancho, equipada con un sistema de potentes chorros de agua que desintegran los depósitos de fango, arcilla y grava que, por las corrientes del lago, se depositan en su cuenca. Luego, una bomba se ocupa de aspirarlos y los deposita en un sistema de transporte que los descarga aguas abajo de la presa, en cantidades cuidadosamente estudiadas para replicar el caudal y las dinámicas naturales del río. Todo el sistema ayuda a mantener el equilibrio natural del embalse y es sumamente silencioso, no produce emisiones porque utiliza energía eléctrica y permite abordar un problema que limita la eficiencia de un alto porcentaje de embalses hidroeléctricos del planeta. Por lo tanto, el test realizado en Italia, podría ser una solución de alta tecnología y de bajo impacto para replicar. El problema de los sedimentos Las represas son barreras muy útiles, porque son importantes reservas de agua para las comunidades locales, permiten el desarrollo de ecosistemas donde habitan muchísimas especies vegetales y animales y hacen posible la producción de energía limpia de cero emisiones. Según los datos recientes de AIE (Agencia Internacional de Energía), la energía hidroeléctrica alcanza, a nivel mundial, una potencia instalada que supera los 1300 GW, y es la fuente renovable más utilizada, responsable de más del 46% de energía eléctrica limpia producida en el mundo, según el último informe de la Agencia Internacional para las energías renovables, (IRENA, por sus siglas en inglés). Pero la acumulación de materiales transportados por los ríos puede representar un serio límite para la eficiencia de las represas. Según diferentes estudios, los sedimentos reducen la capacidad hídrica de los embalses hidroeléctricos en un porcentaje entre el 0,5% y el 1% cada año. Si no se adoptan medidas que disminuyan y controlen el fenómeno, esto también podría tener impactos en los próximos años en las reservas de agua dulce del planeta. A todo esto, se suma el aumento de cargas que afectan a las estructuras, además de los daños ocasionados a los equipos mecánicos, la reducción de la capacidad de los embalses para contener posibles inundaciones y también el impacto negativo en la producción de energía. Muchas soluciones posibles El tema de la acumulación de sedimentos es bien conocido por los expertos y, por ello, se han desarrollado numerosos métodos para limitarlo, por ejemplo, interviniendo aguas arriba de los embalses, a través del control de la erosión y repoblando de vegetación las riberas de los ríos, o haciendo que no se altere el flujo de los materiales transportados, por medio de túneles de bypass o embalses de recolección hídrica fuera del caudal de la corriente principal. Otra estrategia es la remoción de los sedimentos mediante sistemas tradicionales de dragado, que tiene sus ventajas pero también sus contraindicaciones por su elevado impacto ambiental, el costo energético y la producción de emisiones contaminantes. Y es precisamente aquí donde se inserta el método probado por Enel Green Power en el lago de Pontecosi. Las fases del proyecto de EGP El proyecto comenzó en noviembre de 2019 tras un análisis profundo de los diferentes métodos aplicados en todo el mundo para la remoción continua de sedimentos en concentraciones controladas y teniendo en cuenta la sostenibilidad ambiental como uno de los parámetros principales. Por la pandemia del COVID-19, se suspendieron las actividades desde marzo 2020 hasta el 1º de diciembre, cuando recomenzaron con el objetivo de concluir la fase experimental en 2021. Luego de una evaluación de los resultados, se programará una campaña trienal en el lago de Pontecosi, para remover entre 50 000 y 60 000 metros cúbicos de depósitos por año. Antes de comenzar con las operaciones de remoción de depósitos, los expertos de EGP habían profundizado sus estudios sobre las tipologías de sedimentos en el lago, sobre las dinámicas de acumulación y sobre el equilibrio completo de la cuenca del río Serchio, cuyo transporte de materiales en suspensión, en condiciones normales, es de casi 20 000 metros cúbicos por año. Mejoras en curso Estos estudios permitieron determinar de qué manera puede funcionar el sistema sin alterar el equilibrio natural del curso del río aguas abajo de la presa. Por lo tanto, se desarrolló un sistema de control automático que gestiona la cantidad de sedimentos a eliminar, regulando la velocidad de la bomba y el posicionamiento de la boca del sistema de aspiración. La nueva sesión del test, que comenzó el 1º de diciembre, ha implementado una serie de mejoras para lograr un equilibrio perfecto entre los volúmenes de sedimentos programados y los efectivamente extraídos del lago. Un paso importante para comprender en detalle el funcionamiento del sistema y lograr que se pueda aplicar en cualquier embalse artificial del mundo.