Cómo nos hemos puesto a trabajar para una transición justa

Una transición energética justa significa descarbonizar la energía y hacer que la economía sea más verde para que sea lo más equitativa e inclusiva posible para todos los interesados ─desde los trabajadores de las comunidades próximas a las plantas, pasando por los proveedores y los clientes, etc. ─ creando oportunidades de trabajo dignas y sin dejar a nadie atrás. Pero, ¿cómo se pone en práctica este principio? Mientras esperamos a cerrar las centrales que funcionan con carbón antes de 2027 a nivel mundial (y antes de 2025 en Italia), estamos multiplicando nuestro esfuerzo para desarrollar nuevas competencias que permitan que el personal de estas plantas desempeñe un papel diferente en el sector de las energías renovables. Es el llamado reciclaje profesional, que afecta también a muchos trabajadores de empresas contratistas quienes, una vez formados, pueden trabajar en el nuevo servicio de las renovables. Esta es la finalidad de Jobs for Just Transition, el proyecto de cursos de formación profesional para la transición energética que se ha lanzado en Italia y está basado en acciones concretas e innovadoras, capaces de generar un impacto sostenible. En el municipio de Civitavecchia, en la provincia de Roma, donde se encuentra la central de carbón Torrevaldaliga Nord, se han organizado dos actividades formativas: un curso de formación para instaladores de paneles fotovoltaicos, que ha tenido unos 120 inscritos, y un curso de formación de soldadores, que ya ha tenido 10 participantes. El objetivo es preparar a las personas para incorporarlas en los trabajos de construcción de centrales solares fotovoltaicas y que haya en el territorio inmediatamente personal acreditado. La formación ha cuidado de manera particular la cualidad y la seguridad del trabajo y ha dado a muchas personas una nueva oportunidad de empleo. El diseño del curso se ha realizado junto a inversores locales –entre los que se encuentran Unindustria, Legacoop, Federlazio, CNA Sostenibile y Umana–, y se han tenido en cuenta tanto las exigencias de la comunidad de emprendedores locales, como las líneas de negocio de Enel. Para elegir a qué personas formar –algunas de las cuales, en su mayoría, corren el riesgo de perder el trabajo en un futuro cercano– se ha involucrado a asociaciones locales de empresarios y de la administración pública. Ambos cursos estaban compuestos por módulos teóricos, llevados a cabo con didáctica a distancia, y actividades formativas sobre los aspectos técnicos, con ejercicios prácticos en los lugares de formación –por ejemplo, el taller didáctico realizado ad hoc en Torre Valdaliga Nord y en la sede operativa de una de las empresas de servicios auxiliares locales–reduciendo así los costes de las iniciativas. Los óptimos resultados del proyecto “Jobs for Just Transition”, además, nos permitirán llevar a cabo nuevos cursos en otras áreas, como está ocurriendo en Brindisi, para seguir apoyando a las comunidades y a las empresas asociadas en esta nueva fase de transición energética. Un modelo que se podrá copiar próximamente en todas las áreas interesadas por el cierre de grandes centrales de carbón o por el desarrollo de nuevas centrales para concretar y hacer eficiente el concepto de Just Transition.

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