Es toda una leyenda, tanto por su música como por su activismo medioambiental. Gilberto Gil, que el mes pasado cumplió 80 años, comenzó a participar en campañas a favor del medioambiente en la década de los 70, un compromiso que ha ido creciendo con el paso de los años. El músico brasileño ha contribuido enormemente a salvar los tesoros más preciados del planeta, demostrando su gran compromiso con la protección del medioambiente. Por ejemplo, en su documental ‘Viramundo’, grabado en 2013, mostraba su gira mundial, concluyendo en el corazón de la selva amazónica, el pulmón verde más importante del mundo. Gil utiliza estos bosques como inspiración para su obra, como es el caso de su sencillo “Refloresta” (“Reforestar”), lanzado el año pasado. También promueve activamente la campaña homónima promovida por el Instituto Terra, fundado por dos famosos ambientalistas brasileños: el fotógrafo Sebastião Salgado y su esposa, autora y productora de cine, Lélia Wanick Salgado. Esta canción es una auténtica declaración de amor por el planeta y contiene un ruego colmado de pasión para salvar los bosques del mundo y “los milhões de espécies, plantas e animais” (“las millones de especies, plantas y animales”) que habitan en ellos. La Amazonia también fue protagonista del videoclip de la canción, siendo además objeto de una campaña en Tik-Tok para fomentar la reforestación. Un compromiso sincero Gil no es una de esas celebridades que simplemente habla sobre causas de actualidad sin hacer nada al respecto. Sus puntos de vista diferentes lo han puesto en el ojo del huracán. En la década de 1960, cuando solo tenía 20 años, el régimen militar de Brasil lo arrestó y encarceló, junto a su compañero musical, Caetano Veloso, quien también ha adquirido un estatus icónico. Los liberaron unos meses después con la condición de que abandonaran el país. Tanto ellos como sus mujeres se mudaron a Inglaterra, donde Gil, junto con otro joven artista, David Bowie, actuó en una de las primeras ediciones del Festival de Glastonbury. Gil regresó a Brasil en 1972. En 1990 creó la organización ambiental Onda Azul ("Ola Azul"), cuyo cometido era la protección de las aguas brasileñas. Tal era su popularidad que, cuando escogieron a Lula como presidente de Brasil en 2003, este propuso a Gil convertirse en ministro de Cultura. Gil aceptó la invitación y ocupó el cargo durante cinco años. Un escenario verde en el Umbría Jazz Festival La noche del sábado 9 de julio, Gilberto Gil subió al escenario del Umbria Jazz Festival con su banda y otra gran artista brasileña, Marisa Monte, en la pintoresca ciudad italiana de Perugia. La gran notoriedad de Gil, tanto en términos musicales como de activismo medioambiental, hacen que sea un privilegio para Enel Green Power poder trabajar con él en la promoción de causas como la sostenibilidad y las energías renovables, temas clave tanto en nuestro mundo como en el suyo.