El clima en la Tierra siempre ha cambiado En los últimos 800 millones de años se han producido, al menos, seis glaciaciones y, en una de ellas, el planeta estuvo cubierto casi por completo de hielo: solo el cinturón ecuatorial se libró de él. En otros momentos de la Historia, el mar era mucho más alto y las ballenas nadaban tranquilamente en la llanura donde ahora se encuentra Milán. La huella de estos cambios se hace evidente en los fósiles, en la estratificación de los suelos, en la presencia de árboles o animales en diferentes latitudes o en lugares distintos a los de origen. Incluso las tumbas milenarias de los egipcios o los antiguos dignatarios chinos nos hablan del clima que había entonces. O las crónicas de 1300 que hablan de un Támesis congelado durante muchos días seguidos. Se trata de una información importante, pero no estrictamente científica. Los climatólogos a la caza de cifras Los climatólogos basan sus afirmaciones (es decir, que la Tierra se está calentando muy rápido debido al componente antropogénico del efecto invernadero) en cifras. Cifras precisas y, sobre todo, recogidas de forma sistemática: durante mucho tiempo, cada día, siempre de la misma forma (lo que se llama protocolo científico) y en muchos lugares diferentes del mundo para tener una «cobertura» global. Es el trabajo de los meteorólogos, que se inició científicamente a finales del siglo XVIII y que, en 1850 ,se había sistematizado lo suficiente como para dar lugar a las «series históricas». ¿Cómo hemos descubierto los cambios climáticos? Las series históricas muestran precisamente las clasificaciones de los años más lluviosos o más secos o más nevados, indican cuándo empezó o terminó una estación, y gracias a ellas podemos decir ahora sin ninguna duda que el cambio climático es una realidad. Las imágenes del fotógrafo y alpinista Fabiano Ventura son emblemáticas y evocadoras. En su exposición «Tras las huellas de los glaciares», compara imágenes de hoy y de hace 80-100 años de los mismos valles: el hielo de las montañas está desapareciendo en todo el mundo. La clasificación de los años más calurosos Desde 1880, las cifras nos dicen que en 140 años la temperatura media ha aumentado aproximadamente 1 °C en todo el planeta, y más del doble en algunas regiones especialmente sensibles, como el Ártico y las montañas. En los Alpes europeos, el aumento medio de la temperatura ha sido de 1,5 °C y, desde 1850, ya hemos perdido entre el 60 y el 70 % de nuestros glaciares. En la clasificación de los años más calurosos desde mediados del siglo XIX, 2015, 2016, 2017, 2018 y 2021 son los 5 años más calurosos de la historia y todos los años desde el 2000 (probablemente todos los años de tu vida) en adelante están en el ranking de los 20 años más calurosos de la era moderna. Y no solo en una región, sino en todo el mundo. Debemos invertir esta tendencia Así es como nos hemos percatado del cambio: midiéndolo. Y nos dimos cuenta de que solo hacen falta 30-35 años de anomalía constante en comparación con el pasado para decir científicamente que el clima de esa región ha cambiado. Casi siempre para mal, por desgracia, perturbando la vida de las personas, alterando los cultivos, obligando a los animales a desplazarse y creando pérdidas de biodiversidad. El conocimiento científico es esencial para saber qué hacer ¿Estás un poco preocupado? Pues sí, hay que estarlo. Pero todo este conocimiento científico es también una «buena noticia»: ahora que sabemos con precisión cómo y por qué se «ha roto» el clima, también tenemos toda la información que necesitamos para reajustar las cosas: descarbonización (renunciar al 90 % de los combustibles fósiles), electrificación de la movilidad y de los servicios personales (electricidad de fuentes renovables), eficiencia y economía circular para aprovechar mejor las materias primas y reducir al máximo los residuos. Las grandes decisiones de los jefes de Estado y de Gobierno son necesarias, pero todos los pequeños gestos cotidianos que tú y tu familia podéis hacer también son importantes.