¿Para qué sirve el océano? El océano alberga el 70 % de la vida del planeta, produce oxígeno y actúa como una especie de radiador: regula el clima y distribuye el calor. El mar ejerce una gran influencia sobre el clima El calor almacenado en el mar también se libera a la atmósfera provocando lluvias, tormentas o huracanes. La mayor parte del agua que cae sobre la Tierra es el resultado de la evaporación del océano en la zona tropical. El fitoplancton, las algas y las plantas acuáticas absorben enormes cantidades de dióxido de carbono, al igual que los árboles. Respira hondo dos veces: la primera vez da las gracias a la selva amazónica y a todos los bosques, pero ten en cuenta que es el mar el que te proporciona el oxígeno de la segunda inhalación. Mientras tanto, acostumbrémonos a usar el singular: es cierto que en los mapas pone océano Atlántico, océano Índico, etc., pero el mar, que cubre más del 70 % de la superficie de la Tierra, es solo uno. El agua salada forma parte de un todo, al igual que el aire que circula sobre nuestras cabezas. No llamamos atmósfera italiana o argentina a la porción de cielo sobre el territorio de un estado, ¿verdad? Somos los homos sapiens, animales terrestres y no acuáticos, los que atribuimos un nombre a cada una de las cosas del planeta. Así, llamamos a nuestro planeta Tierra mientras que hubiera sido más correcto llamarlo planeta Agua. Y así surgió lentamente la vida La vida se desarrolló en el mar hace 3.600 millones de años y solo mucho más tarde (¡hace solo 400 millones de años!) llegaron a tierra firme los primeros artrópodos, los insectos y luego los anfibios. Todos los territorios que habitamos los ha moldeado el mar. En varias ocasiones, en un pasado lejano, lo que ahora son llanuras fértiles antes eran fondos marinos. El mar alberga una inmensa diversidad de ecosistemas y especies vivas El océano proporciona hábitats para organismos de todo tipo: desde microorganismos hasta la gran ballena azul. Algunas zonas del mar albergan más vida que en tierra firme, en parte porque el océano tiene una profundidad media de 3800 metros y es lógico que haya más espacio en el agua que en la tierra. Viva la diversidad Por ejemplo, los llamados peces óseos (osteíctios) muestran una variedad seis veces mayor que los mamíferos terrestres y al menos dos tercios de las especies animales y vegetales del planeta viven en el mar. ¡Y quién sabe cuántas especies aún nos quedan por descubrir! Disponemos de mapas menos detallados del fondo marino que los que tenemos de la Luna y no cabe duda de que las profundidades nos deparan grandes sorpresas. El mar y la humanidad están muy vinculados entre sí No solo los que viven cerca del mar o gracias a él (como los pescadores) están vinculados al océano, sino todos los seres humanos: proporciona alimentos, medicinas, recursos minerales y energéticos, economía y puestos de trabajo, gracias al transporte de mercancías y personas. Mientras que, muchas preocupaciones medioambientales y políticas de protección están relacionadas con la calidad del agua y del suelo (montañas, zonas de cultivo, árboles...), se presta muy poca atención a la calidad del océano. Lo contaminamos constantemente con vertidos indiscriminados, exterminamos a las ballenas y asaltamos a los peces, moluscos y crustáceos sin dar el tiempo necesario para que las especies se reproduzcan. Hemos vertido tantas toneladas de plástico en el mar que es difícil encontrar un animal marino sin algún residuo de plástico en su organismo. ¡Es hora de cuidar nuestro planeta Agua!