¿Cuánta potencia necesita nuestro ordenador para funcionar y cuánta energía consume? Podría parecer la misma pregunta, escrita de manera diferente, pero no es así. A nivel físico, para responder tenemos que considerar dos valores diferentes. Potencia y energía, o vatios y vatios-hora, si concretamente hablamos de la electricidad que consume un ordenador u otro electrodoméstico. La diferencia entre vatios y vatios-hora Lo hemos mencionado antes: los vatios miden la potencia que necesita un dispositivo para funcionar, mientras que los vatios-hora miden la energía que consume ese dispositivo en un determinado período de tiempo. Un ejemplo típico para comprender la diferencia entre la potencia (vatios) y la energía (vatios-hora) es comparar velocidad y distancia. Imaginemos un coche que se desplaza a 50 kilómetros por hora: su velocidad es la potencia con la que se mueve en cada instante (metafóricamente, los vatios), mientras que la distancia que recorre en un determinado período de tiempo manteniendo una marcha constante, es la velocidad multiplicada por el tiempo transcurrido. Si pensamos en nuestro ordenador, la potencia mide cuánta energía debe fluir en el dispositivo, en cada momento, para que funcione. Supongamos que nuestro ordenador es un molino de agua y para que pueda funcionar, es decir para que se muevan sus palas, necesita un determinado caudal de agua por segundo. Si queremos saber cuánta energía consume en una hora, debemos calcular la cantidad de agua que pasó en ese intervalo de tiempo, es decir, el trabajo realizado para que giren las palas. Una ecuación sencilla Por tanto, la energía consumida, o el trabajo que realiza un ordenador o un electrodoméstico para funcionar, es la potencia multiplicada por el tiempo de uso. En física, la unidad de medida de la energía se llama Julio. Así, la ecuación para calcular la potencia es: vatios = julio/segundo. Cuanto menor sea el tiempo empleado, más energía necesitará para hacer el mismo trabajo. Si tengo menos tiempo disponible para recorrer una cierta distancia, tendré que aumentar la velocidad. Sin embargo, en una factura eléctrica nunca encontrarás los consumos cuantificados en julios, sino en kilovatios-hora. El vatio-hora es la unidad de medida que se introdujo a nivel comercial porque es más fácil de cuantificar. De hecho, es equivalente a la energía total suministrada siempre que la potencia eléctrica de un vatio sea constante por una hora y vale 3.600 julios. Normalmente escuchamos hablar de kilovatios-hora si estamos mirando los consumos de los electrodomésticos en las facturas, y de megavatios-hora si, en cambio, estamos analizando los consumos o la energía producida por una central eléctrica. Vale, vayamos a la práctica El vatio-hora expresa la electricidad suministrada para mantener una determinada potencia en vatios para que funcione nuestro electrodoméstico. Si pensamos en un monitor de 14” de un ordenador, el consumo medio es de casi 35 vatios-hora (30 vatios si el monitor está en modo stand-by). El vatio-hora es el espejo del consumo o, en algunos casos, del derroche. Si tenemos en cuenta un ordenador, los factores a tener en cuenta son el nivel de luminosidad de la pantalla, el tamaño del monitor o el uso de la función “stand-by''. Cuando se dice “consume más” A menudo, cuando analizamos los consumos, se dice que es mejor utilizar la lavadora por la noche (sin olvidarnos de los vecinos) porque consume menos. En realidad, no es correcto porque lo que cambia es simplemente el coste de la energía según la franja horaria o si es fin de semana. La razón principal es que durante el día y en los días hábiles, las industrias y las actividades económicas trabajan más y los consumos están en el nivel máximo. Mientras que, durante las horas de la noche los consumos son más bajos porque las oficinas, los negocios y muchas industrias están cerradas. Sin embargo, es correcto decir que, si una nevera o un horno están abiertos, consumen más porque tienen que trabajar más para mantener la temperatura y la luz encendida. Más allá del lenguaje, ambas son informaciones útiles a las cuales es importante prestar atención.