Explicación simple sobre la economía circular El concepto de circularidad se basa en la reutilización y el reciclaje de bienes, materiales y servicios, con el objetivo de ampliar su ciclo de vida y evitar los residuos. Esto reduce las emisiones de dióxido de carbono, disminuye la cantidad de residuos y, como consecuencia, mejora la salud del planeta. De una economía lineal a una circular La sociedad en la que vivimos se basa en modelos de economía lineal, que proponen «usar y tirar» y persiguen la explotación de los recursos disponibles, con consecuencias negativas para el medioambiente y la salud de las personas. El enfoque «tomar-producir-desechar» no es sostenible a largo plazo: cada año, en la Unión Europea se utiliza una media de casi 15 toneladas de materiales para satisfacer las necesidades de cada persona, y se producen 4,5 toneladas de residuos por persona en el mismo periodo de tiempo. Por eso, es esencial ampliar el ciclo de vida de cada producto: compartir, reparar y refabricar se han convertido en las palabras del futuro. Estos son los elementos fundamentales, junto con el abandono de los combustibles fósiles, en favor de las energías renovables, de la economía circular. De hecho, podemos imaginarla como un círculo en el que los materiales siguen girando y siendo reutilizados, sin perder su función. Esto reduce la huella ecológica de los materiales y genera nuevo valor para la sociedad. ¿Cuál es el principal problema de la economía lineal? Al excluir la reutilización de materiales y explotar fuentes no renovables, la economía lineal provoca el agotamiento de los recursos y produce cada vez más residuos y contaminación ambiental. ¿Cuándo nació la economía circular? La idea surgió a finales de los años 60, gracias al economista Kenneth E. Boulding, que habló de ella en un paper dedicado a la «nave espacial Tierra». Durante décadas, por tanto, se ha hablado de economía circular, pero las acciones concretas solo se han visto en los últimos años. De 3 a 5 R, las palabras clave de la economía circular El enfoque de la economía circular se basa en el modelo de las 3 R: reducir, reciclar y reutilizar. La combinación de estas tres acciones disminuye los residuos y promueve la sostenibilidad. Las R pueden convertirse en 5, con la adición de regenerar y compostar (rot, en inglés). ¿Cómo funciona la economía circular? La economía circular se basa en un modelo de producción y consumo que apunta al uso de recursos renovables, a la reutilización, a la extensión del ciclo de vida y a la reparación de bienes, al reciclaje de materiales, al compartir servicios (sharing economy), contribuyendo a reducir los residuos al mínimo. Ejemplos y buenas prácticas de economía circular en el hogar Utilizar bienes de segunda mano, aprovechar los servicios de la sharing economy, reparar objetos y evitar todo lo que sea desechable, son algunas de las acciones más sencillas que cualquiera puede poner en práctica. Es igualmente importante evitar el derroche, produciendo el menor desperdicio posible –por ejemplo de alimentos, calibrando las compras en función de lo que realmente se consume– y poniendo de nuevo en circulación todo lo que pueda volver a utilizarse, aunque sea de formas diferentes. ¿Por qué es importante reciclar para el medioambiente y para nuestro futuro? Economía circular rima con recolección diferenciada: separar plástico, vidrio, papel, metales, residuos orgánicos e indiferenciados, nos permite reducir el impacto de nuestras actividades sobre el planeta y, al mismo tiempo, poder reciclar y reutilizar materiales. Menos residuos destinados a vertederos, también significa menos ocupación del suelo y menos emisiones nocivas. La recolección diferenciada también involucra a los ciudadanos y los hace partícipes activos de la transformación hacia una economía más sostenible. Circularidad y energías renovables En el caso de las energías renovables, la circularidad significa prolongar la vida útil de las centrales mediante la modificación de ciertos componentes (revamping) o la adición de otros componentes que potencien la producción de energía (repowering) de las centrales hidroeléctricas, eólicas, solares y geotérmicas. Pero también, significa reutilizar materias primas (por ejemplo, en baterías eléctricas o paneles solares), reutilizar maquinaria en otras plantas y para otros fines, reparar equipos en lugar de tirarlos, reciclar las materias primas de las que están hechos algunos componentes (como las palas eólicas) incluso para la producción de otros objetos.