Aguas más limpias corren por el río Samalá

El río Samalá está situado en el suroccidente de Guatemala. Sus fuentes nacen en las cumbres de la Sierra Madre, en los departamentos de Totonicapán y Quetzaltenango. Con un recorrido de casi 150 kilómetros hacia el océano Pacífico, pasa por cientos de comunidades que se benefician de sus aguas para la agricultura y la generación de energía. A pesar de estas cualidades, el río arrastra también basura y contaminación por las aguas residuales de las diferentes comunidades. Justo en la cuenca media, en el municipio de Zunil, se encuentra la central hidroeléctrica de Enel Green Power El Canadá donde, desde el inicio de su operación, se han buscado alternativas para mitigar esta problemática medioambiental con un proyecto de extracción de basura. Los desechos recolectados por medio de un rastrillo, son clasificados y llevados a un centro de acopio donde se acumulan, en promedio, siete toneladas de materiales plásticos. La separación de este material generó la oportunidad de identificar aliados potenciales para obtener del reciclaje la materia prima para elaborar nuevos productos, llevando a la práctica la economía circular. Así, en noviembre del año 2021, surgió la idea de construir una oficina de turismo comunitario, utilizando planchas fabricadas con residuos plásticos, para la aldea Chilascó del municipio de Salamá, en Baja Verapaz, donde se ubica la cascada más alta de Centroamérica: el salto de Chilascó. Para la construcción de la oficina se utilizarán 8.818 libras de plástico, de las cuales el 40% han sido extraídas del centro de acopio de la central El Canadá, lo que representa 15.000 botellas medianas de polipropileno. Este proyecto, ha ayudado a fomentar un cambio en las formas de producción, construcción y consumo, además de buscar una construcción atractiva, sustentable, con tiempos más eficientes así como un favorable impacto medioambiental, teniendo un ahorro de 22.000.000 litros de agua por cada tonelada de plástico. También, con la puesta en marcha de esta construcción, se demandarán localmente ocho puestos de trabajo temporales y se generarán oportunidades de empleo a 90 familias de la aldea Chilascó, las cuales brindarán servicios de turismo comunitario, alimentación, traslados y ventas de artesanía local. Un proyecto que pone en evidencia la importancia de la circularidad para impulsar el desarrollo social, económico y medioambiental de los territorios.

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