Sicilia es tierra de sol, de energía solar y de innovación. Y no es casualidad que fuera en esta región del sur de Italia, que ofrece uno de los niveles de irradiación solar más altos de Europa, donde la madre de las nuevas fuentes de energía renovables diese sus primeros pasos y lo hiciese gracias a Enel. “Fue en Sicilia donde pusimos en marcha Eurelios, las primeras instalaciones solares de concentración del mundo, en 1981, y las primeras instalaciones fotovoltaicas de Italia, en 1984.” Era la época en la que las energías renovables todavía se denominaban genéricamente «fuentes alternativas de energía». Y fue entonces cuando nació, con clarividencia y valentía, nuestro centro de investigación en Catania. El Innovation Lab nació en 1980, cuando Enel participó en la fundación de Phoebus, una empresa que utilizó el emplazamiento siciliano para la investigación en materia solar, sobre todo fotovoltaica y térmica. Prácticamente desde el principio amplió su ámbito de trabajo y estudio a todas las energías renovables y al ahorro energético, y en los años noventa el centro dirigió sus actividades hacia la eficiencia energética en edificios y el diseño y los test de instalaciones fotovoltaicas. En 2015, el laboratorio de Catania se convirtió definitivamente en el Enel Innovation Lab actual. “En la actualidad, el Enel Innovation Lab de Catania es el núcleo de una red de colaboración para explorar las nuevas fronteras de la energía donde las renovables se confrontan con el Big Data, el Internet de las cosas, la inteligencia artificial y la realidad aumentada.” La intuición que nació hace casi 40 años sentó las bases de la revolución «verde» que en la actualidad está transformando el mundo. Hemos seguido con esta intuición sin cesar, recorriendo el camino emprendido en los albores de las energías renovables y posicionándonos siempre como pioneros de la innovación.